Esta receta no tiene mucho misterio, sobre todo si leemos su nombre en español. Lo que sí podemos variar es el queso a utilizar. Los británicos, que suelen utilizar el cheddar, suelen tomar este gratén de coliflor como primer plato o como guarnición de carnes, por ejemplo del roastbeef.
Ingredientes: 1 coliflor, 500 ml. de leche entera, 2 dientes de ajo, 1 cebolleta, 1 hoja de laurel, 75 gr. de mantequilla, 200 gr. de queso cheddar rallado y más para gratinar, 50 gr. de harina, 1 clavo o nuez moscada, pimienta negra y sal
Preparación: Preparamos la coliflor cortándola en ramilletes del mismo tamaño. La ponemos a cocer en una olla amplia con abundante agua hirviendo con sal. Debemos de dejarla enterita, porque luego continuará su cocción en el horno. Una vez lista, la dejamos reposar sobre un colador para que suelte bien el agua.
En una cacerola preparamos una base para una bechamel de la siguiente forma. Ponemos la leche a calentar hasta que llegue a punto de ebullición junto con el clavo, la cebolla y el laurel. Cocinamos un par de minutos y dejamos infusionar fuera del fuego durante 10 minutos o menos.
Aparte, derretimos la mantequilla en una sartén y le agregamos la harina. Removemos a fuego lento un par de minutos para que coja color la harina y retiramos. Añadimos poco a poco la leche batiendo con unas varillas hasta que la mezcla esté bien ligada. La llevamos de nuevo al fuego y, usando una cuchara de madera, removemos constantemente hasta que la bechamel comience a espesar. Pasados unos minutos, agregamos el queso y removemos hasta que se haya fundido en la salsa.
Colocamos la coliflor en una fuente para hornear y la cubrimos con la bechamel de cheddar. Espolvoreamos con el queso y cocinamos a horno precalentado a unos 190 grados durante 25-30 minutos, o hasta que la superficie de queso esté dorada.
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